viernes, 10 de febrero de 2012

LA CONFERENCIA DE BERLIN

La Conferencia De Berlín

La Conferencia de Berlín, celebrada entre el 15 de noviembre de 1884 y el 26 de febrero de 1885 en la ciudad de Berlín fue convocada por Francia y el Reino Unido1 y organizada por el Canciller de Alemania, Otto von Bismarck, con el fin de resolver los problemas que planteaba la expansión colonial en África y resolver su repartición.
Tras la Conferencia, sólo un país africano conservó el derecho a preservar su independencia: Etiopía. El denominado Estado Libre del Congo tenía la calidad de posesión personal del rey Leopoldo II de Bélgica, mientras que Marruecos mantenía una independencia puramente nominal pues se hallaba en la práctica bajo ocupación militar de Francia y España. Liberia continuaba funcionando como un estado norteamericano en suelo africano.

Contenido

[editar]Contexto

Entre 1874 y 1877 la expedición de Henry Morton Stanley, patrocinada por Leopoldo II de Bélgica, exploró la cuenca del Río Congo; este suceso determinó que prácticamente todo el territorio de África fuese conocido y cartografiado detalladamente por los europeos, con lo cual no quedaron ya zonas sin explorar en territorio africano. Como resultado, el interés de los países europeos en África aumentó considerablemente, donde el nacionalismo y el imperialismo influyeron para que diversos estados de Europa enviaran expediciones científicas y militares a territorio africano con el doble fin de conocer las posibilidades de explotación económica e instalar guarniciones y puestos comerciales que asegurarse su presencia y control efectivo antes que otros competidores.
Leopoldo II de Bélgica había formado la Asociación Internacional del Congo para explotar las riquezas de la cuenca de ese río, aunque manteniendo dicho territorio en forma de propiedad privada y sin que dicha zona se transformara aún en posesión de Bélgica. Si bien esta Sociedad controlaba la desembocadura del río Congo, Reino Unido y Portugal deseaban evitar que esta área de control se extendiese. Por su parte, Francia había logrado en 1881 tomar posesión de Túnez, y en ese mismo año una expedición francesa dirigida por Pierre de Brazzatomo posesión efectiva del Congo Occidental a orillas del Océano Atlántico. Al año siguiente el Reino Unido asumió por completo el gobierno de Egipto (que estaba sujeto al Imperio otomano sólo en teoría) y consiguió así los derechos de soberanía egipcia sobre Sudán y el norte de Somalia. En 1884 Francia aseguró su posesión de la costa de Guinea, con lo cual resultaba evidente en Europa que la carrera por África debía ser regulada.

[editar]Participantes

A la Conferencia asistieron catorce países que pueden ser divididos en dos grupos, el primero agruparía a aquellos países con interés directo en los problemas relativos al reparto de África, estaba formado por Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, Francia, Imperio Alemán, Portugal, la Asociación Internacional del Congo y en menor medida los Países Bajos. El segundo grupo formado por el resto de los países participantes que no tenían grandes intereses por el continente e incluía al Imperio austrohúngaro, Bélgica, Dinamarca, Reino de Italia,España, Rusia, Suecia, Imperio Otomano y Estados Unidos. Ningún estado africano estaba representado.1

[editar]Los acuerdos

El rey de Bélgica, Leopoldo II, convenció hábilmente a los gobiernos de Francia y de Alemania que para los intereses de ambos países era necesario asegurar el libre comercio en África. Portugal era un país demasiado débil para proteger un imperio africano demasiado vasto, por lo cual sugirió una conferencia internacional para solucionar posibles conflictos entre las potencias europeas. Catorce Estados fueron convocados: El Imperio Alemán, el Imperio austrohúngaro, Bélgica, Dinamarca, el Imperio otomano, España, Estados Unidos, Francia,Reino Unido, Reino de Italia, Países Bajos, Portugal, el Imperio ruso y Suecia. Los Estados Unidos no llegaron a participar efectivamente en la Conferencia, la cual fue dominada por las grandes potencias europeas que ya habían manifestado interés en África (Reino Unido, Alemania, Francia) y tenían poderío suficiente para establecerse allí.
En la Conferencia se proclamó la libre navegación marítima y fluvial por los ríos Congo y Níger, se estableció la libertad de comercio en el centro del continente africano formado por la cuenca del río Congo, se acordó la prohibición de la esclavitud, y se estableció el derecho a reclamar una porción de la costa africana sólo si dicho territorio se ocupaba efectivamente y se comunicaba de este evento a otros estados.
Un elemento importante que fue pactado en la Conferencia fue reconocer como regla de Derecho Internacional el principio de uti possidetis iure, en tanto para que un estado europeo reclame derechos de soberanía sobre un territorio africano debería de establecer previamente una real posesión sobre éste. Para acreditar esta posesión era preciso que la potencia europea reclamante hubiese suscrito un tratado con la población local y ejerciera actos efectivos de administración, o que hubiera establecido una ocupación militar permanente que bastase para asegurar su posesión, adquiriendo también el derecho a la explotación económica permanente. El objetivo era evitar que las naciones europeas reclamasen derechos sobre un territorio donde no tuviesen presencia alguna, lo cual generó una competencia desenfrenada de misiones comerciales, diplomáticas y militares enviadas por países de Europa con el fin de tomar a la brevedad la mayor cantidad posible de territorio africano.

[editar]Consecuencias

Reparto del continente en 1914.
El proceso de colonización se realizó siguiendo las grandes vías fluviales, como los territorios del Níger, que fueron explorados entre los años1788 y 1830; la cuenca del Nilo y la región de los Grandes Lagos Africanos, entre 1854 y 1859; el Zambeze, entre 1841 y 1873.
La exploración del río Congo motivó las rivalidades entre varios países, por lo que el canciller Bismarck actuó como árbitro en la Conferencia. Uno de los acuerdos fue reconocer la existencia del Estado Libre del Congo (actualmente República Democrática del Congo), bajo soberanía de laAsociación Internacional del Congo y propiedad privada del rey de los belgas Leopoldo II, y de un Congo francés, ambos con salida al mar por elOcéano Atlántico.
Así, la costa mediterránea africana quedó en manos de Francia y el Reino Unido; la costa oriental se dividió entre los alemanes al sur y los británicos al norte. La costa occidental africana quedó en poder de los belgas, franceses y británicos. Los españoles se hicieron con el Sáhara Occidental, los italianos consiguieron Somalia y los portugueses extendieron o afianzaron su control sobre Angola, Cabo Verde y Guinea-Bissau,Santo Tomé y Príncipe y Mozambique, mientras los alemanes obtienen Namibia. Sin embargo, pronto estallaron conflictos entre los países europeos por la posesión de las zonas más estratégicas o más ricas, como en el caso de Túnez, Egipto y Marruecos, enfrentando a Italia conFrancia, luego al Reino Unido y Francia (Incidente de Fachoda), y luego a Alemania contra británicos y franceses.
La conferencia de Berlín está considerada por numerosos historiadores como el momento culminante que dio impulso al colonialismoexacerbado, iniciado por Francia y Reino Unido en todo el mundo desde fines del siglo XIX. Mientras tanto los conflictos que se pretendían solucionar con esta conferencia no hicieron sino agravarse en forma lenta pero continua, provocando unas tensiones territoriales, políticas y económicas entre las principales potencias europeas, las que desembocarían en el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.

IMPERIALISMO SIGLO XIX

IMPERIALISMO SIGLO XIX

29 06 2007
BREVE RESEÑA IMPERIALISMO
Entenderemos por Imperialismo al período histórico en el que las principales potencias establecieron dominación efectiva sobre amplios territorios, organizando su administración y afrontando costosas guerras y otros gastos para asegurar su posesión. Este período comienza con la madurez del capitalismo hacia 1880 y con diversas variantes se prolonga hasta los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, donde tuvo lugar el proceso de descolonización e independencia de los países africanos y asiáticos.
 Ver: Guías de aprendizaje para estudiar EL IMPERIALISMO
1. El Imperialismo en el Siglo XIX  (En: www.odisea.ucv.cl)
2. Defensores y detractores del Imperialismo  (En: www.odisea.ucv.cl)


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PPT SOBRE IMPERIALISMO



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PPT DE LA EDITORIAL SM
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DOCUMENTOS
Lo que se presenta a continuación es una serie de documentos escritos o pronunciados por los protagonistas de la época denominada IMPERIALISMO. Como se podrá apreciar, aqui se han seleccionado documentos que nos hablan de las razones por las que se desarrolló este proceso, las explicaciones y argumentos expuestos por los países imperialistas y también la amarga queja de quienes se oponían o padecían el imperialismo europeo del siglo XIX.

1. Teoría racista del imperialismo
2. No existen las razas superiores.
3. Las razones del imperialismo
4. La economía y el Imperialismo
5. Colonialismo Y grandeza nacional
6. La misión del hombre blanco
7. Un poeta negro critica la colonización
8. La Carga del Hombre Blanco (1899)
9. Factores de la colonización
10. Los aborígenes africanos según el hombre blanco
11. Carta del Rey Leopoldo de Bélgica. Bruselas, 16 de junio de 1897.
12. Idea racista de los colonizadores
13. Convención para la construcción del canal de Panamá, 1908
14. El colonialismo analizado por un presidente africano 1975.
1. Teoría racista del imperialismo
Las razas superiores poseen un derecho sobre las razas inferiores. Yo mantengo que ellas tienen un derecho, porque también tienen un deber. El deber de civilizar las razas inferiores.
Yo afirmo que la política colonial de Francia, la política de expansión colonial, la que nos ha obligado a ir, durante el Imperio, a Saigón, a la Cochinchina, la que nos ha llevado a Túnez, la que nos ha arrastrado a Madagascar, insisto en que esta política de expansión colonial se ha inspirado en una verdad sobre la que, sin embargo, es necesario suscitar por un instante vuestra atención: a saber, que una Marina como la nuestra no puede prescindir, en la extensión de los océanos, de sólidos refugios, de defensas, de centros de avituallamiento.
J. Ferry, Discurso en la Cámara. Francia, julio de 1885.
2. No existen las razas superiores.
¡Razas superiores!, ¡Razas inferiores!. Es fácil decido. Por mí parte, yo me aparto de tal opinión, especialmente después de haber visto a sabios alemanes demostrar científicamente que la francesa es una raza inferior a la alemana. No, no existe el derecho de las llamadas naciones superiores sobre las naciones llamadas inferiores. La conquista que Ud. [J. Ferry] preconiza es el abuso, liso y llano, de la fuerza que da la civilización científica sobre las civilizaciones primitivas, para apropiarse del hombre, torturarlo y exprimirle toda la fuerza que tiene, en beneficio de un pretendido civilizador.
G. CLEMENCEAU
Discurso en la Cámara. Francia, julio de 1885.
3. Las razones del imperialismo
«La política colonial se impone en primer lugar en las nociones que deben recurrir o la emigración, ya por ser pobre su población, ya por ser excesiva. Pero también se impone en las que tienen o bien superabundancia de capitales o bien excedente de productos ésta es la forma moderno actual más extendida y más fecunda (…).
Desde este punto de vista, lo repito, la fundación de una colonia es la creación de un mercado (…). En el tiempo en que estamos y con la crisis que pasan todas las industrias europeas, la fundación de una colonia es la creación de una salida. Allí donde permanezca el nudo colonial entre la madre-patria que produce y las colonias que ella fundó, se tendrá el predominio de los productos: económico, y también político (…)
Hay un segundo punto que debo igualmente abordar: es el lado humanitario y civilizador de la cuestión. Es preciso decir abiertamente que, en efecto, las razas superiores tienen un derecho con respecto a las razas inferiores porque existe un deber para con ellas. Las razas superiores tienen el deber de civilizar a las razas.
Sr. Maigne: ¿Se atreve usted a decir eso en el país donde se han proclamado los derechos del hombre?
Sr. Guilloutet: Es la justificación de la esclavitud y de la trata de negros.
Jules Ferry: Si el honorable Sr. Maigne tiene razón, si la Declaración de los Derechos del Hombre ha sido escrita para los negros de África ecuatorial, entonces, ¿con qué derecho van ustedes a imponerles los intercambios, el tráfico? Ellos no los han llamado…
Las razas superiores tienen el deber de civilizar a las razas inferiores. ¿Y existe alguien que pueda negar que hay más justicia, más orden material y moral en el África del Norte desde que Francia ha hecho su conquista?»
Discurso de Jules Ferry ante la Cámara, París, 1885.
4. La economía y el Imperialismo
Cada mejora de los métodos de producción, cada concentración de la propiedad (…), parece reforzar la tendencia a la expansión imperialista. En la medida en que una nación tras otra entran en la era de las maquinarias y adoptan los métodos industriales más avanzados, es más difícil para sus empresarios, comerciantes y financieros colocar sus reservas económicas, y progresivamente se ven tentados a aprovechar sus gobiernos para conquistar con fines particulares países lejanos y subdesarrollados a través de la anexión y del protectorado (…).
Este estado de la cuestión en la economía es la raíz del imperialismo. Si los consumidores de este país pudieran elevar tanto su nivel de consumo que fueran capaces de avanzar a la por que las fuerzas de producción, no habría ningún excedente de mercancías y capital capaz de exigir del imperialismo el descubrimiento de nuevos mercados (…).
El imperialismo es el esfuerzo de los grandes dueños de la industria paro facilitar la salida de su excedente de riqueza, buscando vender o colocar en el extranjero las mercancías o los capitales que el mercado interior no puede absorber.
No es el crecimiento industrial el que anhela la apertura de nuevos mercados y de nuevas regiones parca invertir, sino la deficiente distribución del poder adquisitivo la que impide la absorción de mercancías y capital dentro del país.
El imperialismo es el fruto de esa falso política económica, y el remedio es la reforma social.»
J. Hobson, El Imperialismo, 1902
5. Colonialismo y grandeza nacional
«La colonización es la fuerza expansiva de un pueblo, es su potencia de reproducción, es su dilatación y su multiplicación a través del espacio, es la sumisión del universo o de una gran porte de él, a su lengua, a sus costumbres, a sus ideas y a sus leyes. Un pueblo que coloniza es un pueblo que pone los cimientos de su grandeza y de su supremacía futura (…). Desde el punto de vista moral e intelectual, este crecimiento del número de las fuerzas y de las inteligencias humanas modifica y diversifica la producción intelectual. ¿Quién puede negar que la literatura, las artes y las ciencias de una raza determinada al ser amplificados, adquieren un impulso que no se encuentra entre los pueblos de una naturaleza más pasiva y sedentaria?
Desde cualquier punto de vista que se adopte, sea que nos contentemos con la consideración de la prosperidad, de la autoridad y de la influencia política, sea que nos elevemos a la contemplación de la grandeza intelectual, he aquí el enunciado de una verdad indiscutible: el pueblo que coloniza más es el primer y mejor pueblo, y sin no lo es hoy, lo será mañana.»
P. Leroy-Beauiieu, La colonización en los tiempos modernos, 1874.
6. La misión del hombre blanco
Lo que ahora sentimos es que nuestro dominio sobre aquellos territorios sólo puede justificarse si demostramos que aumenta la felicidad y prosperidad de los pueblos, y yo sostengo que nuestro dominio ha llevado y lleva seguridad, paz y mayor prosperidad a países que nunca habían conocido antes tales beneficios.
Al llevar a cabo esta tarea civilizadora, estamos cumpliendo lo que yo creo que es nuestra misión nacional, al tiempo que encontramos la ocasión de poner en práctica las cualidades y potencialidades que han hecho de nosotros la gran raza gobernante. No estoy afirmando que nuestro éxito haya sido total en cualquier caso, ni que nuestros métodos hayan estado fuera de cualquier reproche. Pero mantengo que casi en cualquier lugar en el que el dominio de la Reina ha sido establecido y se ha impuesto la gran Pax Británica, con ella ha llegado una mayor seguridad para la vida y la propiedad, y una mejora material de las condiciones de la mayoría de la población.
Joseph Chamberlain, Foreign and Colonial Speeches, 1897
7. Un poeta negro critica la colonización
El sol del desastre se ha levantado en occidente, abrazando los hombres y las tierras pobladas. La calamidad cristiana se ha batido sobre nosotros como un a nube de polvo.
Al principio llegaron pacíficamente, con palabras tiernas y suaves.
“Venimos a comerciar, decían, a reformar las creencias de los hombres, a echar de aquí la opresión y el robo, a vencer y barrer la corrupción. No todos adivinamos sus intenciones.
Y ahora aquí estamos. Somos sus inferiores. Ellos nos sedujeron con pequeños regalos, ellos nos dieron a comer cosas buenas… pero ahora ya han cambiado de tono… ahora nos someten a su opresión.
1875, recogido por Bouillon XIX. En: Antonio Fernández, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Vicens Vives, Barcelona 1994, p. 235.
8. La Carga del Hombre Blanco (1899)
Recoge la carga del Hombre Blanco, Envía a tus mejores hijos, ve a amarrarles al exilio, a servir a tus cautivos; a esperar en el pesado yugo, ante gente errante y salvaje, tus pueblos huraños, recién apresados, Mitad diablo y mitad hijo. Recoge la carga del Hombre Blanco, Aguántala con paciencia. Oculta la amenaza del terror. Y asegúrate de mostrar orgullo; Con palabras claras y simples, Cien veces explicado, Para procurar beneficio de otro, Y de otro buscar la ganancia. Recoge la carga del Hombre Blanco, Las salvajes guerras de la paz, Colma la boca del hombre, Y pide que cese la dolencia; Y cuando tu objetivo esté más cerca. De la meta a otros destinada, Observa que la pereza. Y la locura del pagano. Acaban con todas tus esperanzas. Recoge la carga del hombre Blanco, No es gobierno fácil de reyes, Sino arduo trabajo de siervo. Y el barrendero. La historia de las cosas corrientes. No entrarás en los puertos, No pisarás los caminos, Construyéndolos con tu vida, Y señalándolos con tu muerte.
Kipling, 1899. Dedicado a EE.UU, luego de derrotar y arrebatar a España sus vestigios coloniales en el Caribe.
9. Factores de la colonización
(Según un economista francés: factores demográficos, morales, políticos y económicos)
La colonización es la fuerza expansiva de un pueblo, es su potencia de reproducción, es su dilatación y su multiplicación a través del espacio; es la sumisión del universo o de una gran parte de él a su lengua, a sus costumbres, a sus ideas y a sus leyes. Un pueblo que coloniza es un pueblo que pone las bases de su grandeza futura. Todas las fuerzas vivas de la nación colonizadora se ven acrecentadas por este desbordamiento hacia fuera de esta desbordante actividad. Desde el punto de vista material, el número de los individuos que forman la raza, aumenta en una proporción sin límites; la cantidad de recursos nuevos, de nuevos productos, de equivalentes de cambio hasta ahora desconocidos que demandan la intervención de la industria metropolitana, es inconmensurable; el campo que se abre a los capitales de las metrópolis y el dominio explotable que se ofrece a la actividad de sus ciudadanos, son infinitos. Desde el punto de vista moral e intelectual, este acrecimiento del número de las fuerzas y de las inteligencias humanas, estas condiciones diversas en las que todas estas inteligencias se encuentran situadas, modifican y diversifican la producción intelectual. ¿Quién podrá negar que la literatura, las artes y las ciencias de una raza determinada, al ser amplificadas de este modo, adquieren una pujanza que no se encuentra en otros pueblos, de naturaleza más pasiva y sedentaria?
Sea cual fuere el punto de vista en que nos situemos siempre nos encontraremos con una verdad incontestable: el pueblo que coloniza más, es el primer pueblo; y si no lo es hoy, ya lo será mañana.
Leroy Beaulieu, La Colonización. París, 1870
10. Los aborígenes africanos según el hombre blanco
El negro salvaje y bárbaro es capaz de todas las estupideces y desgraciadamente, Dios sabe el porqué, parece estar condenado en su país de origen a la salvajería y a la barbarie para siempre. Con tres semanas de trabajo tiene para garantizar su provisión de arroz, maíz, etc. Si trabajara seis meses, haría de su patria un paraíso. Pero cualquier idea de progreso y de moral no le permite darse cuenta del valor incalculable, del infinito poder del trabajo y sus leyes son sus pasiones brutales, sus apetencias feroces, los caprichos de su imaginación perturbada. El indígena vive al día, a la aventura, indiferente al mañana. Su gusto poco delicado le permite adaptarse a los que le ofrece el azar.”
A. DUBARRY. Viaje a Dahomey, 1879.
11. Carta del Rey Leopoldo de Bélgica. Bruselas, 16 de junio de 1897.
La tarea que los agentes del Estado han de cumplir en el Congo es noble y elevada. Está bajo su incumbencia la civilización del África Ecuatorial.
Cara a cara con el barbarismo primitivo, luchando contra costumbres, de miles de años de antigüedad, su deber es modificar gradualmente esas costumbres. Han de poner a la población bajo nuestras leyes, la más urgente de las cuales es, sin duda, la del trabajo.
En los países no civilizados, es necesario, creo yo, una firme autoridad para acostumbrar a los nativos a las prácticas de la que son totalmente contrarias a sus hábitos. Para ello es necesario ser al mismo tiempo, firme y paternal.”
Carta del rey LEOPOLDO II a los Agentes del Estado del Congo.
12. Idea racista de los colonizadores
1. Las analogías entre los negros y los monos son más grandes que entre los monos y los europeos.
El negro es inferior, intelectualmente, al hombre europeo. El negro sólo puede ser humanizado y civilizado por los europeos. “
J. JUNT. Sesión científica de la Sociedad Antropológica de Londres 1863.
2. La inferioridad intelectual de los negros, lejos de conferirnos el derecho de abusar de su debilidad, nos impone el deber de ayudarlos y protegerlos.”
“Negro”, artículo del Grand Dictionnaire Uiversel Larousse du XIX, Sicle, 1972.
3. Sin negar que los negros se puedan civilizar, es cierto, pero, que su civilización siempre será inferior a la nuestra, porque la fuerza de la mente de aquella gente es realmente inferior. Creemos que la raza superior a cualquier otra, aquella de la que dependerá siempre el destino del mundo, es la raza blanca.
Farmochi, curso de geografía universal, 1850.
13. Convención para la construcción del canal de Panamá, 1908
«Art. 1: Los Estados Unidos garantizarán y mantendrán la independencia de la república de Panamá.
Art. 2: La república de Panamá concede a los Estados Unidos a perpetuidad el uso, la ocupación y el control de una zona de tierra y su prolongación en el mar para la construcción, mantenimiento, explotación, saneamiento y protección de dicho canal; esta zona de 10 millas se extiende sobre cinco a cada orilla…
Art. 7: La república de Panamá concede a los Estados Unidos el derecho y el poder de mantener el orden público en las ciudades de Panamá y Colón y los territorios y puertos adyacentes en el caso de que la república de Panamá no sea capaz, a juicio de los Estados Unidos, de mantenerlo.»
CHAULANGES, MANRY y SEVE: «Textes histotiques, 1871-1914. «Vol. 11. Delagrave. París. 1970, Págs. 109-.110.
14. El colonialismo analizado por un presidente africano
«La colonización tiene su faceta positiva y su faceta negativa. Por una parte, es evidente que ha favorecido el desarrollo de un proceso natural de totalización del mundo. En ese sentido, gracias a la colonización se ha ido creando, siglo tras siglo, la civilización entendida como universal. Sin embargo, por otra parte, la explotación que implica el hecho colonial, hace de un fenómeno nefasto.
En realidad, en cualquier época, la colonización ha comportado aspectos muy negativos. Basta con analizar, como ejemplo, la historia de África. (… ) Hasta mediados del siglo XIX, los árabes y europeos organizaron el comercio humano llamado «trata de negros». (… ) Se calcula que ese genocidio provocó cien millones de muertos. Yo creo que fueron doscientos millones. Se trata del genocidio más brutal de la historia. El mal causado al África negra es el terrible que jamás se haya causado a una etnia.
Y, sin embargo, insisto en el hecho de que la colonización ha comportado algo positivo en sentido de que a los pueblos africanos nos ha permitido entrar en el mundo moderno. El proceso colonizador nos ha aportado aspectos culturales que, a pesar de ser extranjeros, cabe considerar como fecundos.»
Leopoldo Sédar, presidente de Senegal. Colonialismo y neocolonialismo, Salvat, col. G.T., Nº 63, Barcelona, 1975, páginas 10-11